Resulta
sorprendente es que sea el barro el medio empleado por Jesús para hacer su obra
de devolver la vista al ciego y para manifestarse él mismo como luz: el barro
es precisamente algo opaco y oscuro, pero lo usa como instrumento para que el
ciego recupere la vista y para que la luz vuelva a sus ojos.

Quizás
te parezcan métodos iNadecuados, e incluso un poco iNútiles, pero esa es la lógica
de Jesús: los más torpes, los primeros. Lo que no tiene utilidad para la
sociedad del consumo, lo central. Y a los que no ganan ningún concurso les dice
“Tú si que vales, y tú también, y tú...“. Porque Él usa una medicina diferente
al paracetamol, y te echa una mano desde dentro, desde la oración y desde la
misericordia. Y desde ahí, también a ti te dice que Tú sí que vales, sin que
tengas que demostrar nada ni necesites los votos de la gente. Así, como ya
eres, Tú sí que vales.