
La tradición consiste en que los hombres regalen a sus
parejas y también a sus madres un pañuelo en el que hay envueltos dulces hechos
con mazapán de
distintas formas y colores que representan frutas y hortalizas de
la Huerta de Valencia.
Por otro lado Donís, apóstol de las Galias (Francia),
fue el primer obispo de París, donde fue martirizado en el año 250.
La tradición afirma que San Donís anduvo durante seis kilómetros con su cabeza
bajo el brazo, atravesando Montmartre,
por el camino que, más tarde, sería conocido como calle de los Mártires. Al término de su
trayecto, entregó su cabeza a una piadosa mujer descendiente de la nobleza
romana, llamada Casulla, y después se desplomó. En ese punto exacto se edificó
la célebre basílica de Saint-Denis en su honor.