El cuidado de la
creación no es algo nuevo en la Iglesia, aunque sí un tema muy actual debido a la última encíclica del Papa Francisco titulada Laudato Si’ (Alabado seas) una expresión que ya San Francisco utilizó hace 800 años.
No obstante que el
Papa haya decidido poner el acento en esta cuestión viene a reforzar la labor
que muchos cristianos llevaban realizando. Con
frases tan directas como “la tierra, nuestra casa, parece convertirse
cada vez más en un inmenso depósito de porquería” hace una exhaustiva
documentación de las consecuencias nefastas de la cultura del descarte y del consumismo
despiadado.
Nuestro día a día está lleno de oportunidades para cambiar esta
realidad, pero para ello antes
necesitamos realizar una “conversión
ecológica” que nos permita tomarnos este deber tan enserio como cualquier
otro punto que corresponda a la moral cristiana. Dios nos llama a cada uno de
nosotros a ser protectores de su obra, a cuidar la casa común que han de
disfrutar igualmente que nosotros las próximas generaciones.