Marcelino Champagnat recibió en el seno familiar la devoción
a San José que expresó a lo largo de su vida, y en el Testamento Espiritual
antes de morir. Tenía, por línea paterna, una tía (Luisa), sor Teresa,
fallecida en 1824; además de una tía-abuela (Juana), fallecida en Marlhes en
1798, pertenecientes ambas al Instituto de las Hermanas de San José.
Esta devoción también la expresó en su Testamento Espiritual
antes de morir, así decía Marcelino: “honremos a San José, primer patrono del
Instituto. Él nos enseña la abnegación en el servicio. Le pedimos que nos haga
partícipes de su amor a Jesús y a María”
Además, nuestra tierra valenciana está vinculada
particularmente al santo padre de Jesús y en este día adelantamos su fiesta y
la celebramos en nuestro colegio.