jueves, 2 de junio de 2016


¿Y qué decir de las mujeres que influyeron en Marcelino? 

María Teresa Chirat, su madre, fue la primera. Persona prudente y de temple decidido, se casó con Juan Bautista en 1775. Caracterizada por “una total integridad, fe inquebrantable y amor al trabajo”, esta mujer inició a su hijo en las prácticas de oración y encendió en él la primera llama de vocación.

Luisa Champagnat fue la segunda mujer que tuvo parte en la educación de Marcelino. Religiosa de las Hermanas de San José, y hermana a su vez de Juan Bautista, fue exclaustrada del convento por el nuevo gobierno, y se mantuvo fiel a su vida de consagrada en el seno de la familia durante el período en que arreció la agitación revolucionaria. Luisa se hizo cargo de la formación religiosa del niño; probablemente fue ella la primera que le inspiró el modelo de espiritualidad en el que la vida de oración se funde con la actitud de servicio a los demás.

María, la Madre de Jesús. Aunque fue un encuentro posterior en la vida de Marcelino, sin embargo se convirtió al final en la más influyente. La devoción a la Virgen formaba parte del rico patrimonio espiritual de las diócesis locales de Lyon y el Puy. Más adelante, Marcelino la colocaría en el centro de la comunidad de hermanos que fundó. Acorde con la espiritualidad de su tiempo y particularmente de la región que rodea Marlhes, Ella llegó a ser para él la “Buena Madre” y el “Recurso Ordinario”.

Y ahora, rezamos todos juntos:

AMIGO Y FUNDADOR


Marcelino Champagnat, amigo mio y fundador de los maristas. Yo sé que Jesús llenó tu vida con su amor. y que tú le respondiste siempre. Yo sé que Maria, la Buena Madre que tú decías, te llamó para hacer una familia que se preocupara de los niños y jóvenes y que tú hiciste con esfuerzo y trabajo Yo sé que no podías ver a un niño sin sentir muchas ganas de hablarle del Padre Dios, y sin acercarte a él para animarle a ser bueno y feliz. Querido Marcelino. ruega a Jesús por mi y por mis amigos para que haga siempre el querer de Dios. para que ame mucho a Maria, que seamos bondadosos con todos lo necesitados. Amén.