En la oración de hoy, día en que comienza el mundial de fútbol en Rusia, queremos tener presente a todos los deportistas, no sólo de este deporte mayoritario, sino de todos. Hombres y mujeres que compiten en diferentes disciplinas, que se esfuerzan, se superan, hacen equipo y que luchan limpiamente.
El deporte genera una serie de valores muy interesantes que hasta el Papa Francisco ha clamado. Así mismo, mal interpretado y absolutizado, puede convertirse en una trampa de venganzas, odio y rencores. No caigamos en esto.
Recemos pues por todos los deportistas, para que sean ejemplo de superación y esfuerzo; y para que el deporte fomente el encuentro entre los pueblos y contribuya a la paz en el mundo.