Dios y el prójimo, esencia del cristianismo, como dos metales fundidos,
como el relámpago sigue el trueno, como el latido al corazón...
inseparables. Porque cuanto más amas a Dios, más amas a tu prójimo.
Porque cuanto más amas a tu prójimo, más estás amando a Dios.
Finalizamos nuestra oración rezando:
Padre Nuestro... San Marcelino Champagnat, ruega por nosotros. Mare de Déu de la Salut, ruega por nosotros.