martes, 8 de abril de 2014

MIRA QUIÉN BAILA



(Continuación del evangelio leído ayer)

Realmente se merecía el reproche de Marta: "Si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano..." Marta no hace más que sumarse a la multitud de los que a lo largo de los siglos habían protestado, clamado y hasta casi insultado a un Dios acusado de impuntual. Pero Jesús es contundente y nunca aclara los cuándos de Dios: ¡Estad en vela! Dejad que sea Otro quien mida vuestros tiempos, ritmos y compases. Recordad que él llega a tiempo pero a su tiempo, no al vuestro, y tendréis que ser pacientes y convertir vuestra prisa en espera y vuestra impaciencia en vigilancia.
Acostumbraos a su extraño lenguaje: si decís de alguien: "está muerto" él os dirá "está dormido", porque en el grano de trigo podrido en tierra él está contemplando la espiga, y cuando una mujer grita de dolor, él escucha ya el llanto del niño que nace.
Atreveos a jugar con él el juego de sus retrasos y de sus des-tiempos, apostad fuerte por Él y cambiará vuestra vida, como la de Lázaro… Quizás ya lo hayas experimentado en ti, o en los que tienes cerca: Jesús transforma, toca la vida y hace que la gente sea capaz de salir a bailar:  de darlo todo, de estar alegres y sonriendo, de acoger a los demás, e incluso desde vivir cosas iNútiles(ir a misa, participar en una campaña colegial, o incluso hacer esta oración). Lázaro sale al escenario de nuevo y se lanza a vivir, a bailar. Tu vida puede ser ese escenario al que salir a bailar si vives con pasión, desde la vocación, con entusiasmo nuevo en cada acontecimiento y cada día. ¿Te atreves a jugártela?