Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: sólo Dios basta. Eleva el pensamiento, al cielo sube, por nada te acongojes, Nada te turbe. a Jesucristo sigue con pecho grande, y, venga lo que venga, nada te espante. ¿Ves la gloria del mundo es gloria vana; nada tiene de estable, todo se pasa. aspira a lo celeste, que siempre dura; | fiel y rico en promesas, Dios no se muda. Ámala cual merece bondad inmensa; pero no hay amor fino sin la paciencia. Confianza y fe viva mantenga el alma, que quien cree y espera todo lo alcanza. Del infierno acosado aunque se viere, burlará sus furores quien a Dios tiene. Vénganle desamparos, cruces, desgracias; siendo Dios su tesoro, nada le falta. Id, pues, bienes del mundo; id, dichas vanas; aunque todo lo pierda, sólo Dios basta. |