martes, 10 de febrero de 2015

Preparando el bicentenario marista

Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades (Evangelii Gaudium 49)

Queremos ser continuadores del sueño de Marcelino: hombres y mujeres de Dios, profetas de la fraternidad en un mundo deshumanizado en búsqueda de sentido y sediento de Dios. Nos sentimos llamados a responder, como hermanos y hermanas, siendo presencia de este amor y rostro materno de Dios (Del Vigésimo Capítulo General de los Maristas)


Espero que todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están. Ya no nos sirve una “simple administración” . Constituyámonos en todas las regiones de la tierra en un “estado permanente de misión” (Evangelii Gaudium 25)