Igual que hay muchos colores en la naturaleza y no sobra ninguno, en nuestra clase somos cada uno diferente, pero todos somos necesarios.
Cada uno tenemos ideas, gustos,
preferencias, sentimientos y opiniones distintas. Somos capaces de hacer cosas muy bien, aunque
hay otras que nos cuestan un poco.
Todos nos hemos fijado alguna vez
en un hormiguero que hemos visto en el campo. Cada hormiga lleva una semilla,
una brizna de hierba o un trocito de hoja. Entre todas consiguen hacer un
trabajo impresionante.
Cuando trabajamos juntos, todos
preguntamos, todos respondemos, todos aportamos.
Trabajando en equipo, todos
aprendemos a organizarnos, a asumir responsabilidades que benefician al grupo,
compartimos, respetamos, pensamos en los demás
y alcanzamos metas.