La tierra es un regalo que Dios ha dado al hombre y que éste ha de hacer perdurar para que lo disfruten también nuestros hijos. El Papa Francisco, atendiendo la preocupación de la Iglesia hacia este tema publicó en junio una encíclica en la que invita a los hombres, cristianos y no cristianos, a solucionar este problema, especialmente se dirigía a los mandatarios que se han reunido este mes en diciembre en París.
Todos juntos rezamos esta oración por la creación:
Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas,
que salieron de tu mano poderosa.
Son tuyas, y están llenas de tu presencia y de tu ternura.
Alabado seas.
Hijo de Dios, Jesús,
por ti fueron creadas todas las cosas.
Te formaste en el seno materno de María,
te hiciste parte de esta tierra,
y miraste este mundo con ojos humanos.
Hoy estás vivo en cada criatura
con tu gloria de resucitado.
Alabado seas.
Espíritu Santo, que con tu luz
orientas este mundo hacia el amor del Padre
y acompañas el gemido de la creación,
tú vives también en nuestros corazones
para impulsarnos al bien.
Alabado seas.