martes, 9 de febrero de 2016



Para echar las redes tenemos que tener dos actitudes fundamentales: fe y constancia. ¿Difícil? Sí, pero no imposible. Debemos aprender a nadar a contracorriente y no desanimarnos porque nuestra pesca es la pesca de acercar a las personas hacia Dios, pero no todas las personas están dispuesta a escuchar y, menos, a seguirle. Y entonces, ¿qué hacemos? Dejar de luchar, de pescar, nos bajamos de la barca, dejamos la red y no hacemos frente a los problemas. No. Jesús no nos deja solos, nos acompaña, nos enseña con su testimonio y palabra.El buen seguidor de Jesús no debe esperar un milagro sino que en su día a día debe tener esperanza, fe, constancia y hacer suya esta frase esencial: «Rendirme, lo siento eso no va conmigo» porque sé que Dios me acompaña y su Espíritu me alienta.