jueves, 28 de abril de 2016

En defensa de la libertad en la educación

Se puede ser creyente, ateo o simplemente agnóstico, pero lo que no se puede hacer, en un mundo democrático, es querer privar a los demás de sus derechos. 

En concreto el derecho de la persona para decidir qué religión profesar no sólo aparece en los Estatutos de Autonomía de las Comunidades Autónomas Españolas, sino también en la Constitución y más importante aún en la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU.

En este sentido, aprender sobre la materia religiosa también es un derecho fundamental que debe ser garantizado por las leyes de educación. 

En esta oración ponemos presente ante el Señor nuestra petición para que seamos capaces de crear un mundo más comprensivo y tolerante, donde la pluralidad sea un hecho y donde a nadie se le prive de sus clases de religión católica si así lo desea.