martes, 17 de enero de 2017


Dejar que el Espíritu nos guié, que llegue hasta nosotros los ecos de los primeros seguidores que se dejaron seducir y enamorar y dieron un vuelco radical a sus vidas. Sólo así seremos cristianos creíbles, porque la fuerza de su Espíritu nos llevará a trabajar por los más débiles, los que aún no lo conocen y también volver a conquistar a todos aquellos que son cristianos bautizados pero alejados. Esa es nuestra fe, nuestra misión: «Ser misioneros, mensajeros como Juan el Bautista».