miércoles, 25 de octubre de 2017

Ayudar a las personas, brindar apoyo, cooperar con las organizaciones, etc., son actos buenos que mejoran la calidad de vida en general. Pero mas allá de ser una buena acción, estas gestiones benefician directa e inmediatamente a la persona que los realiza. Una palabra de aliento a una persona que se siente sola o triste, una comida preparada, una sonrisa o el apoyo económico a una persona necesitada puede cambiar la perspectiva de la vida de cualquier persona; y sin buscarlo, esta acción termina ayudando mayormente a la  misma persona. 
Cuando uno ayuda a otra persona sin esperar nada a cambio surge un sentimiento de satisfacción y hasta de encanto que nutre y enriquece inmediatamente, pues también, aprende, se rodea de personas igualmente influyentes y el también se siente bien consigo mismo por poder haber contribuido y aportado algo.
¿Cuándo fue la última vez que ayudaste  o sorprendiste con un  buen detalle a alguien?

Acabamos la oración:
Padre Nuestro.
San Marcelino Champagnat.
Mare de Déu de la Salut.