viernes, 23 de febrero de 2018

Faltan 29 días


1.      Párate

En un momento de silencio, respira tranquilamente y olvídate de todo lo demás. Hazte consciente de tus propios sonidos. Eres tú. Es ahora… Dios está aquí. Salúdalo.

2.      Déjate iluminar

Hoy nos centramos en lo que nos decía Marcelino sobre la cuaresma. Esta imagen también la tenemos en nuestro cartel de Cuaresmate. Es Marcelino que se encuentra en el brazo superior de la cruz. Su ejemplo de vida nos acerca un poquito más a Dios. Veamos que decía Marcelino sobre la cuaresma...

Un año, cuando la Cuaresma estaba a punto de empezar, todos pensaban en ayunar y hacer penitencia.  También los Hermanos más jóvenes.
Éstos nombraron seis delegados para ir al cuarto de Marcelino y pedirle permiso para hacer duras penitencias cuaresmales.  Eso fue lo que le dijo el mayor de los delegados que no tenía todavía dieciséis años.  Pero Marcelino los mandó cenar bien aquella noche y les prometió una contestación en la charla del día siguiente.  Efectivamente, en la «enseñanza» de la mañana siguiente, les explicó “el ayuno que le gusta a Dios”:
  • Hay que hacer ayunar a los ojos.  Hay que mirar hacia adentro.  Hay que ser profundos y no perderse en superficialidades.
  • Hay que hacer ayunar a la lengua.  Hay que hablar más con Dios y buscar las palabras auténticas que nos ponen en contacto con los demás, dejando sin alimento las palabras vacías y sobre todo a las palabras ofensivas.
  • Hay que hacer ayunar a los defectos, al egoísmo, a los caprichos.  Hay que dejar que se vaya quedando sin fuerzas nuestra pereza, nuestra tristeza, nuestro orgullo.
  • Y, finalmente, hay que tomar mucho alimento en nuestro corazón y en nuestro espíritu.  Hay que rezar con fe y con fervor.  Hay que participar en la eucaristía.  Hay que abrir el corazón a los pobres.  Hay que ayudar mucho a la gente que lo necesita.

Después de explicar así el ayuno de la Cuaresma, Marcelino animó a los jóvenes a hacerlo con todo su entusiasmo y también les permitió ayunar corporalmente los viernes a pesar de que por su edad no tenían obligación de hacerlo.
3.      Remuévete

Mirar hacia dentro, evitar palabras ofensivas, eliminar lo que no nos ayuda y alimentar nuestro corazón. Una gran receta de Marcelino. ¿Puedo intentar algo de esto durante este día, durante esta semana?