20 de febrero, martes.
1. Párate
En un momento de silencio, respira tranquilamente y
olvídate de todo lo demás. Hazte consciente de tus propios sonidos. Eres tú. Es
ahora… Dios está aquí. Salúdalo.
2. Déjate iluminar
Un hombre sabio y piadoso clamaba al cielo que le
diera una respuesta. Aquel hombre estaba al frente de un grupo de misioneros
que rezaban por la paz del mundo, para conseguir que las torturas no existieran
y que toda la gente viviese feliz. Su pregunta era:
– ¿Cuál es la clave, Señor, para que el mundo viva
en armonía?
Los cielos se abrieron y tras un magnífico
estrépito, la voz de Dios les dijo: “Comodidad”.
Todos los misioneros se miraron entre sí,
sorprendidos y extrañados de escuchar este término de la propia voz de Dios. El
hombre sabio y piadoso preguntó de nuevo:
– ¿Comodidad, Señor? ¿Qué queréis decir con eso?
Dios respondió:
– La clave para un mundo lleno es: Como di, dad. Es
decir, así como yo os di, dad vosotros a vuestro prójimo. Como di, dad vosotros
fe; como di, dad vosotros esperanza; como di, dad vosotros caridad; como di,
sin límites, sin pensar en nada más, dad vosotros al mundo… y el mundo, será un
paraíso.
3. Remuévete
Ahora ponemos esta música instrumental uno o dos minutos para ayudarnos a entrar en sintonía con Dios.
Rezamos con estas
preguntas:
¿Qué nos han dado a
nosotros gratis? ¿Qué nos ha regalado Dios?
¿Qué podemos dar nosotros
a los demás?
4.
Comparte
Invitamos
a los alumnos a compartir alguna de las preguntas anteriores.
5.
En sus manos
Rezamos
juntos.
Padre Nuestro.
San Marcelino Champagnat, ruega por nosotros.
Mare de Déu de la Salut, prega per nosaltres.