miércoles, 30 de mayo de 2018

EL BUEN SAMARITANO

La parábola del buen samaritano es una de las parábolas de Jesús más conocidas, relatada en el Evangelio de Lucas, capítulo 10, versículos 29-37. Mediante esta parábola, Jesús muestra que la fe debe manifestarse a través de las obras, revolucionando el concepto de fe en la vida religiosa judía, entre los cuales resaltaban grupos como el de los fariseos a quienes Jesús llama «hipócritas» en varias ocasiones por su excesivo apego a la letra de la ley y su olvido por cumplir el espíritu de la ley. 
El pasaje, presenta dos significados:
  1. Una lección de misericordia hacia los más necesitados, 
  2. Un anuncio de que los no judíos pueden también observar la ley y, en consecuencia, entrar en la vida eterna.

Jesús no hace distinciones entre los hombres en este aspecto: todos son «prójimos», sin importar nacionalidad, religión, ni ideas políticas; porque prójimo es sinónimo de próximo, cercano. Asimismo, el sujeto tampoco reconoce límites, significando que la práctica del mandamiento del amor es para todos.

MOMENTO DE REFLEXIÓN.
Es ahora el momento de cerrar los ojos, intenta respirar con profundidad hasta conseguir, poco a poco, una respiración ordenada en la que alcances la tranquilidad. Dedícale dos minutos.

Con los ojos cerrados y en silencio piensa las siguientes cuestiones:
¿En tú día a día, ofreces el hombro a quien lo necesita?
¿Te relacionas con las personas sin que interfiera la condición social o personal? ¿Te averguenzas de que te vean con determinada gente?
¿Qué ideas se te ocurren para crear un mundo más compasivo y más justo? Anótalas y las compartiremos mañana.



DIOS TE SALVE MARÍA...