
si puedo realizar algún servicio,
si puedo decir algo bien dicho,
dime cómo hacerlo, Señor.
Si puedo arreglar un fallo humano,
si puedo dar fuerzas a mi prójimo,
si puedo alegrarlo con mi canto,
dime cómo hacerlo, Señor.
Si puedo ayudar a un necesitado,
si puedo aliviar alguna carga,
si puedo irradiar más alegría,
dime cómo hacerlo, Señor
UNA PROPUESTA: Esta semana
fíjate en la gente que tiene algún tipo de ceguera (que no se valora, que se
siente sola, no está pasando por un buen momento personal, no siente a Dios
cerca en su vida…) y piensa qué “barro” necesitan. Sé capaz de acercarte y
decirle a esas personas: Tú sí que vales.