miércoles, 26 de octubre de 2016

EL BORDADO DE DIOS




      Cuando yo era pequeño, mi mamá solía coser mucho. Yo me sentaba cerca de ella y le preguntaba qué estaba haciendo. Ella me respondía que estaba bordando. Como yo era pequeño, observaba desde abajo, así que siempre me quejaba diciéndole que solamente veía hilos feos y un gran desorden de hilos. 

    Ella me sonría, miraba hacia abajo y me decía: "Hijo, cuando haya terminado mi bordado, te pondré sobre mi regazo y te dejaré verlo desde arriba". 
     Así lo hizo. Al cabo de un rato, me senté en su regazo; me sorprendió ver hermosas flores y un bello atardecer en el bordado. No podía creerlo; desde abajo sólo veía hilos enredados.  
     Entonces mi mamá me decía: "Hijo mío, desde abajo se veía confuso y desordenado, pero no te dabas cuenta de que había un plan arriba. Yo tenía un hermoso diseño. Ahora míralo desde mi posición y sabrás lo que estaba haciendo."