Como bien hemos ido diciendo a lo
largo de esta semana, el Adviento se puede comparar con una carrera ciclista,
en la que nosotros, como ciclistas que somos, debemos esforzarnos por alcanzar
la meta. La carretera está llena de señales de circulación que dan muchas indicaciones.
Pues bien, cada semana os propondremos un reto para esos días; iremos
explicando algunas de esas señales que nos ayudarán a descubrir el camino por
el que va a aparecer el Salvador.
Curvas peligrosas.
No siempre viene el Señor por una
gran autopista debidamente señalizada; por eso se necesitan personas que, con
la mano, la mirada o con un simple guiño, indiquen a las otras personas cuál es
la senda correcta.
Por ello, el reto de esta semana,
es que cada uno de vosotros os comprometáis a ser esas personas que guía. ¿Y cómo
se hace eso? Esta semana debéis hacer el bien, debéis ayudar a los que lo
necesitan, ser solidarios con los demás. De esta forma, indicaréis a las otras
personas cuál es la senda correcta para ir en la buena dirección.