martes, 24 de enero de 2017

 Cada uno de nosotros debemos anunciar a Jesús, ser portadores ante una sociedad cada vez más alejada del Evangelio y de la Iglesia del regalo de la Buena Noticia de Jesús.
Cuando descubrimos lo mismo que aquellos hombres que dejaron la pesca paras seguirlo, somos los dueños de nuestra vida, encontramos la energía para vivir sin esclavitud, la libertad y el amor para vivir y compartir, nos hacemos más cercanos y acogedores con los marginados y desprotegidos de la sociedad.