martes, 10 de octubre de 2017

Cada uno de nosotros hemos recibido de Dios una porción de su viña amada en nuestra vida, en las personas que nos son confiadas, en los dones con los que hemos sido enriquecidos. ¿Cuál es esa porción de viña amada que he recibido de Dios? ¿Cómo la trabajo y la cuido? ¿Hasta qué punto soy consciente de que los frutos son de Dios y debo entregárselos a él?



Y finalizamos nuestra oración de la mañana:

Padre Nuestro...
San Marcelino Champagnat.

Mare de Déu la Salut.