miércoles, 11 de octubre de 2017

El mundo no es un paraíso. El hambre, el abuso, la pobreza, la contaminación y la violencia son muy comunes. El mundo nunca ha sido ni será perfecto, ¡pero eso significa que hay mucho espacio para mejorar! Con nuestra oración y nuestras acciones diarias y teniendo a Dios en el centro de nuestra vida, podemos ayudar a crear un mundo mejor para el futuro. Y no es tan difícil como pensamos.


Y finalizamos nuestra oración de la mañana:

Padre Nuestro...
San Marcelino Champagnat.
Mare de Déu la Salut.