1. Céntrate
En un momento de silencio,
hazte consciente de quién eres, de dónde estás, de ti mismo. Siente que no
estás solo. Dios aquí y ahora está contigo.
2. Déjate iluminar
Entramos en la tercera semana
de preparación para la Navidad. Es la semana de PROmueve, de hacer que se
produzcan cambios, de apoyar iniciativas, de caminar con un rumbo. Es en lo que
en el cartel de las obras sociales maristas nos indica la brújula y el mapa.
¿Lo veis?
Marcelino no siempre tuvo claro
su rumbo. En sus dos primeros años, perteneciendo a la llamada “banda alegre”
estuvo algo despistado. Pero poco a poco se dio cuenta de hacia dónde dirigir
sus pasos.
Vamos a ver este vídeo que nos
puede dar algunas pistas de hacia dónde dirigir los nuestros.
3.
Remuévete
Preparar
el Adviento es empezar a plantearse que ese Dios que viene me está pidiendo que
le deje un puesto en mi vida. En algunos tiempos litúrgicos como el Adviento y
la Cuaresma hay una palabra que se repite con frecuencia: conversión. Una
palabra que a veces le ponemos tintes demasiados serios, pero en realidad no
significa más que cambio de actitud.
4. Comparte
¿Qué
necesitan realmente las personas que nos rodean?
¿En qué
necesitas cambiar, promover un giro? Podemos compartir algunas de esas
situaciones
5. En
sus manos
María,
nuestra Buena Madre,
que ayudaste a Marcelino Champagnat
a
convertirse en la persona que deseaba ser,
ayúdame a
decidir cómo quiero ser
y a ser coherente con mis decisiones.
Gracias
porque estás ahí
y me inspiras las cosas mejores.