Adviento. Lunes 18 de diciembre.
MUÉVEME – MUEVENOS
Ahora sí que sí. Estamos ya en la última semana de
Adviento. El domingo celebraremos el nacimiento de Jesús. Es tiempo, entonces
de centrarnos en él, de pedirle a él que nos mueva, que me mueva, que lo que
vamos a celebrar tenga el mayor de los sentidos posibles. Por eso empezamos diciéndole cada uno en
silencio, Dios mío, muéveME.
Texto evangélico
Del Evangelio de Lucas 2, 6-20:

Para reflexionar y compartir
Los pastores tienen
que moverse para ver a Jesús junto a sus padres. Si se hubieran quedado allí
donde estaban, no lo hubieran visto. Ponerse en movimiento les lleva a Él.
Y es que hay
movimientos que nos acercan a Dios y otros que nos alejan de Él.
Basta preguntarse: ¿te
mueves en tu día a día por tu propio interés, gusto, bienestar, comodidad…? ¿o
tienen algún lugar en tus decisiones los demás, el estilo de vida de Jesús? O
como nos decían de pequeños: ¿qué haría Jesús hoy en tu lugar ante el día que
te espera, ante esta última semana del trimestre?
Piénsalo en un
momento. Qué vas a vivir esta semana, con quién, cómo… ¿Actuaría Jesús igual
que tú? Cuéntaselo.
Ahora podemos compartir qué haría Jesús en esta mañana del último lunes del
trimestre si estuviera sentado en una silla de nuestra clase.
Oración
Jesús, ayúdanos a
movernos hacia ti.
Que cada día vivamos la Navidad,
que cada día vivamos que tú te has hecho presente
en nuestro mundo y en nuestra historia,
en las personas
que nos rodean
y, especialmente en los que más nos necesitan.
Ayúdanos
a tenerte presente
para que tú seas quien nos muevas.