lunes, 21 de enero de 2019

SEMANA VOCACIONAL: Lunes 21 enero

INFANTIL

EL AMIGO INOPORTUNO 

Introducción: 
Hoy vamos a dialogar sobre los amigos y lo importante que es cuidarlo y lo afortunados que somos de tenerlos en nuestra vida. Para ello vamos a conocer una historia que contaba Jesús. Lo hacemos con este vídeo:


Reflexión:
¿Qué le pedimos hoy a Jesús? ¿Queremos que Jesús sea nuestro amigo?


PRIMARIA

PANES Y PECES 
Antes de empezar la oración, haz silencio para descubrir a Dios dentro de tu corazón. Así podrás hablar con Él y escuchar lo que te diga… Siente cómo vive en tu interior y quiere hablarte. Prepárate para recibir su mensaje. 

PALABRA DE JESÚS: cf. Juan 6, 1-15 «“¿Dónde podríamos comprar pan para dar de comer a tanta gente?” Andrés intervino diciendo: “Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes y dos peces”. Jesús mandó que todos se sentaran; tomó los panes y dio gracias a Dios, y los repartió entre todos. Luego hizo lo mismo con los peces. Comieron todos y sobraron doce cestos. Eran unos cinco mil hombres». 

Reflexión 
¡Qué importante es compartir! Suelen pasar cosas extraordinarias cuando uno comparte y no se guarda nada. Nos da mucha alegría cuando recibimos algo de los demás, pero también cuando nosotros damos de lo nuestro. Piensa, en silencio, en personas que necesiten de ti en el mundo: los que no tienen lo necesario para vivir, los que viven en situación de guerras o de soledad, los que son muy pobres o no conocen a Jesús… Háblale a Dios de ellos. ¿Sabes que hay mucha gente que ha decidido compartir su vida entera para ayudar a los más necesitados? Lo hacen por un amor muy grande a Jesús y porque son felices sirviendo a los demás… Piensa: ¿te gustaría ser como ellos? 

Oración 
Jesús: llevo muchas cosas en mi corazón. Pero me cuesta compartir con otros lo mejor que tengo. Dame un corazón generoso, misericordioso y desprendido, para que disfrute de la alegría de compartir, las cosas que tengo y hasta mi vida entera. Ayúdame a vivir siempre entregado a los demás.



SECUNDARIA-BACHILLER

EL JOVEN RICO 
Un hombre le pidió a Dios que le diera riquezas en abundancia. Y sorprendentemente Dios se las concedió. Llegó a ser una de las personas más ricas de este mundo. Pero aquello parecía no llenar el profundo vacío que siempre había sentido en su interior. 
Pensó que quizá fuera la fama y el prestigio lo que le daría aquello que le faltaba. Y así se lo pidió a Dios. Sin saber por qué, Dios se lo concedió, y se convirtió en una de las personas más famosas y prestigiosas del mundo. Pasaron los años, pero contradictoriamente, cuanto más dinero y fama tenía, más solo se sentía por dentro. La soledad le aplastaba. Se sentía débil y desamparado. 
Por ello, decidió pedirle a Dios que le hiciera uno de los hombres más poderosos de este mundo. Y aunque parezca extraño, Dios se lo concedió. Pero aun con eso, seguía sin saber cómo llenar el vacío que sentía por dentro. Era envidiado por todos. Parecía tener todo lo que un hombre puede ambicionar en este mundo. 
Sin embargo, este hombre, ya entrado en años, se sentía muy infeliz. Aquel vacío que le llenaba no había podido aplacarlo con nada. Una profunda soledad le embargaba. De qué le valía tener el mundo entero si su alma se sentía vacía, sola y deshabitada. 
Acudió a Dios para pedirle que le concediera la dicha de ser verdaderamente feliz. Y Dios, por primera vez, le habló diciendo: 
-Eso que me pides no te lo puedo conceder, porque es algo que está al alcance de tu mano. Desde el principio te he hecho capaz de ello. Depende de ti. Eres tú el único que puede cumplir el deseo que yo tengo de que tú seas verdaderamente feliz. 
Aquel hombre empezó a hacer lo único que no había hecho hasta ese momento. Comenzó a recorrer el último camino que le quedaba por explorar. Se puso a dar a los demás todo lo que Dios le había dado. Y conforme lo iba haciendo, su corazón, que estaba infinitamente vacío, fue llenándose de un Amor infinito. 
Había descubierto lo que hace a las personas verdaderamente felices. Se lamentó amargamente de haber buscado por un camino equivocado lo que Dios había puesto ya en sus manos desde el principio: la capacidad de hacer felices a los demás compartiendo lo que uno es. 

Preguntas para la reflexión: 
¿El dinero da la felicidad? 
¿Se puede decir que la felicidad de una persona es cuestión de tener suerte en la vida o no? ¿La felicidad depende de la suerte que uno tenga? 
¿Qué piensas de las riquezas que el mundo da? 
¿Cómo buscas la felicidad cada día? 
¿Qué cosas te hacen feliz en un día corriente?