En un momento de silencio, respira profundamente varias veces, siente como si hinchan tus pulmones, siente sin abrir tus ojos que no estás solo, Dios aquí y ahora está contigo. Salúdalo
2. Déjate iluminar
Hoy nos centramos en la amistad a través del siguiente corto que seguro que ya hemos visto alguna vez pero que nos puede decir algo nuevo hoy.
3. Remuévete
En el vídeo se demuestra el valor de la lealtad, del estar al lado del otro a pesar de las dificultades, de las diferencias. ¿Cómo somos de leales con nuestros amigos? ¿Nos movemos por lo que nos conviene?
4. En sus manos
Rezamos juntos.
Te doy gracias, Padre Bueno, Dios de la Vida, por los amigos que me regalas en el camino de la vida. Mis amigos me alientan, Señor. Saben encontrar lo mejor de mí mismo. Me aceptan como soy y se alegran con lo bueno que tengo. Me ayudan a caminar con nuevas fuerzas y me estimulan a buscar nuevas metas. Ellos me acompañan, me aconsejan, siempre están atentos dispuestos a ayudarme y a escuchar mis palabras. Me recuerdan tu Presencia, Padre Bueno, Dios de la Vida. Tu presencia compañera, peregrina a mi lado, siempre a la espera.