ESO-BACHILLER
Lectura del santo evangelio según san Marcos (9,38-43.45.47-48):
En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que
expulsaba demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no es de
nuestro grupo.»
Jesús replicó: «No se lo prohibáis, porque nadie que haga un milagro en
mi nombre puede luego hablar mal de mí. Pues el que no está contra
nosotros está a favor nuestro. Os aseguro que el que os dé a beber un
vaso de agua porque sois del Mesías no quedará sin recompensa. Al que
sea ocasión de pecado para uno de estos pequeños que creen en mí, más le
valdría que le colgaran del cuello una piedra de molino y lo echaran al
mar. Y si tu mano es ocasión de pecado para ti, córtatela. Más te vale
entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al fuego eterno que no
se extingue. Y si tu pie es ocasión de pecado para ti, córtatelo. Más
te vale entrar cojo en la vida, que ser arrojado con los dos pies al
fuego eterno. Y si tu ojo es ocasión de pecado para ti, sácatelo. Más te
vale entrar tuerto en el reino de Dios que ser arrojado con los dos
ojos al fuego eterno, donde el gusano que roe no muere y el fuego no se
extingue.»
Palabra del Señor
Reflexión
A veces, tenemos la tentación de mirar a todos los que no pertenecen a nuestro grupo como extranjeros y enemigos. Ellos no piensan exactamente como nosotros. Tienen un estilo y una forma diferente de hacer las cosas. Quizá –y esto se dio antiguamente en el caso de las congregaciones religiosas– hasta visten de forma diferente. Eso que sucede dentro de la Iglesia Católica sucede también en relación con las otras Iglesias, con las otras religiones... Miramos a los otros como extraños y, de entrada, les condenamos porque no son como nosotros. Y esa diferencia nos lleva a condenarlos. El Evangelio de hoy nos recuerda algo muy importante: el Reino de Dios es más grande que el pequeño grupo que formamos los discípulos de Jesús, que los que estamos en nuestra parroquia, nuestra comunidad, nuestro grupo o nuestra Iglesia. El Reino abarca a todos los hombres de buena voluntad. Sin excepción.
Finalizamos nuestra oración rezando:
Padre Nuestro...San Marcelino Champagnat, ruega por nosotros.
Mare de Déu de la Salut, ruega por nosotros.
INFANTIL-PRIMARIA
Finalizamos nuestra oración rezando:
Padre Nuestro...San Marcelino Champagnat, ruega por nosotros.
Mare de Déu de la Salut, ruega por nosotros.